Comer afuera siendo vegano: trucos, apps y menús sin estrés

Ser veganos ha transformado completamente la forma en la que vemos la comida. Vamos más allá, viendo lo que hay detrás: las manos que cocinan, los ingredientes que elegimos y las vidas que respetamos.

Los problemas vienen a la hora de querer salir a comer fuera, hay veces que parece un desafío. Estar buscando en las cartas las opciones veganas, pedir que retiren ingredientes para transformar nuestra comida en vegana y lidiar con caras que ponen en la mesa por nuestras peticiones. Cada una de estas situaciones son una oportunidad para abrir camino.

Comer fuera no debería consistir en encontrar aquello que podemos comer, debería de ser algo que podamos disfrutar, compartir y demostrar que la cocina vegetal puede ser increíble y variada.

En esta guía vamos a mostrar nuestras estrategias, apps favoritas y nuestras victorias cotidianas, para que salir a cenar deje de ser un reto y se convierta en un placer compartido, libre de crueldad y lleno de sabor.

La preparación: la clave del éxito antes de salir.

Una buena preparación no quita espontaneidad, esto nos permite disfrutar con tranquilidad, sin miedo a quedarnos sin opciones ya sentirnos seguros. Esto va de cuidarnos, anticiparnos y asegurarnos que la experiencia no solo sea agradable, también ética.

Planificar es para nosotros mismos y hacia quien nos acompañan. No requiere mucho tiempo y esfuerzo. Además conseguimos a cambio muchos beneficios para nosotros mismos.

Antes de salir de casa habría que dedicar un rato a investigar. Esto puede cambiar por completo nuestra experiencia.

Revisar los menús online: esto nos puede ayudar para no terminar en sitios con una cena imposible o para poder elegir la mejor experiencia de antemano.

Llamar sin miedo: si avisas de la situación al sitio antes y explicas que eres vegano te pueden recomendar mejores opciones o pueden prepararse para poder realizar una opción mucho más personalizada. No solo tú, en el restaurante te agradecerán la honestidad y la anticipación.

Pedir adaptaciones: en muchos sitios no siempre habrá opciones veganas, pero podrán adaptarte a tus posibilidades y necesidades pero ellos mismos si lo pides de forma educada te comprenden y pueden improvisar.

Una actitud positiva ayuda más de lo que creemos. Una actitud positiva abre las puertas a experiencias mucho más enriquecedoras. 

Para mejorar esa actitud, elegir nosotros los sitios a la hora de salir a comer fuera en grupo puede hacerlo todo más llevadero (a la gente le suele parecer bien). Si el sitio lo ha elegido otra persona y no te parece una buena opción, sácales una sonrisa y de forma adecuada propones una nueva opción.

No es una cuestión de ceder, es que vean como hay opciones muy enriquecedoras y accesibles para todos los del grupo. También está la opción de renunciar de forma formal a la propuesta de ir a comer a ese sitio por posturas éticas. Ambas opciones son comprensibles. Cada decisión nada del mismo propósito: vivir desde la coherencia. 

El último punto de la preparación podría ser el llevarse snacks de respaldo. Puede que nos hayamos preparado del todo pero algo no salga como estaba previsto, no sería motivo para ponerse de brazos cruzados y poner mala cara. Ahí disfrutaremos de la compañía y para no pasar hambre nos llevamos unos snacks. Una barrita, unos frutos secos o un trozo de fruta deshidratada pueden ser unos buenos aliados para estas salidas.

Planificar no es limitarse, es empoderarse. Con la mente abierta y un poco de previsión, vas a multiplicar tu experiencia.

imagen de compromiso a los animales dopnde aparece la mano de un ser humano y un perro

Kit de herramientas imprescindibles.

Donde antes habían dudas, ahora existen apps que nos guían para mejorar nuestras experiencias. Comunidades que nos acompañan, comparten reseñas y mapas llenos de corazones verdes que nos guían sitios donde podemos comer con tranquilidad.

Nuestro móvil puede convertirse en una brújula que nos ayude a movernos por un mundo aún no del todo adaptado al veganismo. 

Algunas de las mejores herramientas que podemos usar: 

Aplicación

Qué hace

Por qué nos gusta

HappyCow

El clásico de los clásicos: un mapa mundial de restaurantes veganos, vegetarianos y con opciones aptas.

Su comunidad lleva más de 20 años compartiendo reseñas y fotos desde más de 180 países.

Abillion

Catálogo global de restaurantes y productos veganos.

Cada reseña genera una donación de 1 $ a un santuario de animales de tu elección. Comer y ayudar, todo a la vez.

VHappy

Localizador centrado en España con filtros por tipo de establecimiento o producto.

Ideal para encontrar opciones veganas locales, desde restaurantes hasta tiendas o panaderías.

Consejo extra: No subestimes el poder de redes sociales como Instagram o TikTok donde con una simple búsqueda puedes encontrar gente de tu comunidad que ni conocías y te muestre una reseña, lugar o comida que sea de gran utilidad.

Si hablamos de algunos verificadores de productos e ingredientes nos encontramos con estas apps que te pueden salvar en ciertos momentos de apuro: 

  • Apto Vegan: una base de datos colaborativa con productos verificados en España y Latinoamérica. Puedes usarla sin conexión, ideal para viajes.
  • WhatsVegan: en lugar de escanear el código de barras, analiza directamente el texto de los ingredientes con la cámara, marcando en verde, naranja o rojo según el nivel de compatibilidad vegana.
  • Barnivore: imprescindible si te gusta el vino o la cerveza. Comprueba qué bebidas son aptas (muchas usan claras de huevo o gelatina para filtrar, aunque no lo pongan en la etiqueta).

Pequeñas herramientas que construyen algo muy grande para nosotros, los veganos: tranquilidad, autonomía y poder de decisión.

Cuando combinamos la intuición, la empatía y estas herramientas digitales, salir a comer deja de ser una prueba… y se convierte en una experiencia consciente y divertida.

Compartir la mesa: sabores del mundo y relaciones humanas.

Ser vegano no significa renunciar a placeres de comer fuera, sino redescubrir Salir a comer fuera es una invitación a explorar nuevas cocinas, probar nuevos sabores, combinaciones, etc. Comer sin crueldad también es una experiencia deliciosa y socialmente enriquecedora.

Ser veganos no implica estar limitados a una cultura gastronómica. Cuando miramos con atención, podemos encontrarnos con grandes culturas gastronómicas con platos exquisitos y veganos. Algunas de estas culturas que comparten platos veganos:

  • México: sus frijoles, maíz, aguacate, arroz y salsas frescas hacen posible una cena completa sin tocar ningún ingrediente animal. Tacos de frijoles, guacamole con totopos o fajitas de verduras son pura fiesta vegetal.

     

  • India: probablemente uno de los países más veg-friendly del mundo. Chana masala, dal de lentejas, curry de verduras o biryani… basta con pedir que no usen ghee (mantequilla clarificada).

     

  • Italia: la pasta, las pizzas con base de tomate, las bruschettas o una buena marinara demuestran que la sencillez también puede ser abundancia.

     

  • Tailandia y Asia oriental: tofu, arroz, fideos y verduras frescas son la base de una cocina aromática y vibrante. Solo hay que asegurarse de evitar la pasta de camarones.

     

  • Mediterráneo y Oriente Medio: hummus, falafel, tabulé, mutabal, hojas de parra, pan de pita… platos cargados de historia y sabor, naturalmente veganos.

     

cocina con platos de comida vegana donde se iluminan por la luz solar

Descubrir estos sabores es mucho más que comer: es un acto de conexión cultural y emocional. Es sentarse a la mesa del mundo y celebrar lo que tenemos en común.

Por último pero no menos importante: el factor social. Comer juntos con amigos, familia y convivir mejor.

Salir a cenar también se disfruta compartiendo. En este punto es donde los veganos disfrutamos y aprendemos a navegar en conversaciones, explicaciones y algunas veces discusiones o malentendidos. Lo importante es que nosotros estamos cumpliendo con nuestro propósito ético, no estamos obligados a que nos comprendan. Para poder disfrutar de la compañía y poder hablar de forma amplia de este tema, se muestran unos tips aquí abajo: 

Sé ejemplo, no juez. No necesitamos convencer a nadie con discursos: basta con disfrutar de nuestra comida y mostrar que el veganismo es alegría, no restricción.

Comparte. Si vas a una cena en casa de alguien, ofrecerte a llevar un plato vegano no solo te garantiza tener algo que comer, sino que muchas veces acaba siendo lo primero que se acaba.

Establece tus límites con calma. Hay quienes deciden no acudir a locales no veganos como postura ética, y otros que priorizan el compartir. Ambas decisiones son válidas si nacen del respeto.

Habla desde el cariño. Cuando explicamos el porqué de nuestras elecciones sin juzgar, abrimos puertas. La conversación sincera y amable siempre llega más lejos que la confrontación.

En el fondo, comer afuera siendo veganos es un acto de equilibrio: entre lo personal y lo colectivo, lo práctico y lo ético, lo individual y lo compartido.

Comer fuera no siempre ha sido sencillo para nosotros pero seguro que con todos estos tips pasarás de una experiencia normal o incluso negativa hacia una enriquecedora. La preparación antes de salir a comer, como tratar con el grupo y los encargados del restaurante, el uso de las apps, conocer distintas alternativas de comida externa y mucho más va a transformar tu experiencia por completo. 

 

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