Con el crecimiento de la población vegana y vegetariana en España, la industria alimentaria está cada vez más interesada en el sector vegano. Hoy en día es mucho más común escuchar reclamos como apto para veganos, veggie, vegetariano, hecho a base de plantas…
Existen muchos productos veganos nuevos en el mercado, pero también existen muchos alimentos que las personas creen que son veganos, pero en realidad no lo son. Hoy destapamos la verdad sobre los “falsos alimentos veganos”.
¿Cómo diferenciar un producto vegano de uno que no lo es?
- Lee atentamente los ingredientes.
- Busca el sello vegano en el paquete.
- Presta atención a los aditivos (se presentan como E-XXX).
- Si tienes dudas, busca en Internet los ingredientes que no conozcas.
- Si en Internet te pone que algún ingrediente es dudoso, pregunta directamente a la marca.
- Ante la duda, mejor no comprarlo hasta saber seguro que es 100% vegetal y que no se ha usado ningún ingrediente de origen animal en su proceso de fabricación.
A continuación, te nombramos algunos productos que pueden llevar alimentos de origen animal sin que lo sepas, porque muchas veces ni siquiera aparece en los ingredientes. ¡Toma nota!
10 alimentos que parecen veganos pero que no lo son
Pan de barra
Este alimento básico en la alimentación de la mayoría de las familias españolas, muchas veces esconde ingredientes ocultos.
Aunque los ingredientes básicos para hacer pan son agua, harina, sal y levadura, son muchos los panes e infinidad de productos de repostería a los que se les añade suero de leche, huevo, mantequilla o manteca de cerdo.
Es las panaderías de barrio, al comprar el pan no suelen tener al lado una lista de ingredientes, pero puedes pedirla al panadero. Lo mejor es comprar siempre en panaderías a las que tengas mucha confianza.
Vinos
Pues sí, triste pero cierto, muchos vinos no son veganos. En la elaboración de infinidad de vinos se utilizan clarificantes a base de proteínas de origen animal, e incluso pueden contener clara de huevo o gelatina. El uso se extiende también a muchos vinos bio que utilizan caseína, clara de huevo y cola de pescado. Por suerte, cada vez hay más variedades que son absolutamente veganos que puedes identificar fácilmente porque incluyen el sello vegano.
Frutas
En la producción en masa de algunas frutas como las manzanas uno de los procesos es el del lavado y la utilización de componentes como la cera de carnauba y de candelilla (ambas de origen vegetal), pero también la goma laca que proviene del insecto gusano de la laca (Laccifer lacca).
Si quieres asegurarte de no consumir alimentos de origen animal, lo mejor es adquirir las manzanas directamente de pequeños agricultores o en tiendas ecológicas.
Chucherías
Una gran cantidad de alimentos como postres, chucherías y pasteles llevan gelatina hecha con huesos de animales. Mucho cuidado porque está presente en gran cantidad de productos que se consumen frecuentemente.
Cerveza
No todas las cervezas son vegetarianas y veganas, ya que muchas de ellas pueden contener ácido láctico animal o derivados procedentes de peces. Por ejemplo, la popular cerveza negra irlandesa Guinness, aunque no lo anunciaba en su etiqueta, usaba la vejiga de pescado para eliminar restos del proceso de elaboración.
Algunos alimentos rojos
Bebidas energéticas, dulces, caramelos… Si es rojizo, mira aún más atentamente los ingredientes. Muchos de estos productos contienen el aditivo E120, conocido como carmín o rojo natural. Se trata de un pigmento que se obtiene de las hembras de ciertas cochinillas, en concreto la Kermes vermilio.
Tortillas de trigo
Algunas de las típicas tortillas de trigo que puedes encontrar en los supermercados pueden contener manteca. Y en algunas marcas incluyen el estabilizante E-920, que se obtiene industrialmente por hidrólisis de pelo y queratina de origen animal.
Patatas fritas y frutos secos
Algunas de las patatas fritas de bolsa que se consumen frecuentemente están elaboradas con grasas de origen animal o contienen leche. Mucho cuidado con las patatas o frutos secos que suelen poner en los bares para picotear, porque muchos de ellos no son veganos y no hay forma de comprobarlo.
En resumen, para llevar una dieta vegetariana o vegana es necesario prestar una atención muy especial a las etiquetas de los productos envasados, para evitar desagradables sorpresas. Y si tienes dudas, lo mejor es contacta directamente con la empresa mediante un e-mail o a través de sus redes sociales.